El talud de Jesús Galíndez ha pasado en unos años de ser una barrera que separaba los barrios de Otxarokaga y Txurdinaga a convertirse en una zona de esparcimiento que une ambos barrios y que, además, dota a la zona de amplios espacios libres y dedicados al ocio.
El proyecto elaborado por el prolífico estudio de arquitectura de Idom, ACXT, ha costado más de 5 millones de euros y sus obras se han prolongado durante 35 meses.
El proyecto se inauguró hace ya unos meses y desde entonces ha tomado bastante relevancia en los medios de comunicación especializados de la red, algo que ya ha ocurrido en varias ocasiones con los proyectos de la capital bizkaína. Sin más dilación, os muestro las imágenes de la nueva zona que he podido tomar hace pocas semanas.
Un saludo.
Sigue siendo un incordio (no hay otro remedio) pero no hay color con lo que habia, su mantenimiento va a ser primordial
Me gustaMe gusta